martes, 14 de agosto de 2012

QUE MÁS ME TOCA
 (Cartas para un Amigo)

Que más me toca, esto ha sido la historia
solo aceptar que jamás volveré a palpar
esa piel que eriza mis sentidos y
paraliza mi corazón y mi alma.

Llorar a éstas alturas ya no cabe
solo quería recordar, los momentos alegres
vividos junto a ti que me hacen sonreír.

Tu imagen veo reflejado a donde voy
tu silencio no me deja en paz
tu ternura lo conservo en mis lágrimas
y este amor me enloquece sin piedad.

Quisiera en verdad aceptar que jamás volverás
mas mis apasionados labios las dudas me han sabido dar
me inclino por creer que un día llegarás
para calmar la sed con que agonizo ahora

Cuando en mi mente escucho aquella copla de amor
que cantaste un día a mi oído,
veo tu rostro y el nudo de la garganta se aguanta
para no derramar una gota más de sufrimiento.

Ni la luna y las estrellas me han sabido dar
la respuesta que día a día los he pedido sin cesar
si tu hasta ahora piensas en mi? y
si tu corazón late aun por mi nombre con locura?.

Eclipse, oscuridad y zozobra me produce tu indiferencia,
 es tu cabello lo que inspira al artista,
combinar los maravillosos colores
de los cuadros más pintorescos.

Te conservo con alegría en mis recuerdos y mis sueños
cansado y agotado terminé al fin
después de luchar y pelear
por una utopía y tonta ilusión.

Varios siglos ya pasé
cantando mis tristezas y
mi historia melancólica
de haberte dejado ir
como se escapa el sol al atardecer.

Ni el color del cielo majestuoso
ni el olor de aquellas rosas rojas inspiran en mí,
la fugaz vida
solo sombras y demonios atemorizan
mi pobre y desolada alma.

Pero ya todo eso terminó
preferir decir que sí
a recordar tu hermosa amistad
con una sonrisa tierna de
infante bien amamantado.

Es mi deber de hombre, ser sincero,
con Dios, contigo y conmigo mismo
ni un solo instante que ha pasado
dejé de pensar en ti, mi querida amiga.

Tu aroma quedó impregnada en mi piel
y me aferro a la poca fragancia que aun queda
para no morir de apoco sin consuelo
y dejar de saborear lo que más anhelo.

Vida, no me niegues tus palabras
que la aceptaré aunque sea de rechazo
nada cuesta escribir mentiras
en un trozo de papel a un mendigo enamorado.

Ten piedad es sólo lo que pido
limosnas de amor es lo que te ruego
lástima que mis ojos sean sólo para ti
lástima para mi pobre corazón.

En unas líneas escribo, epopeyas sin valor
el romance del artista en mi se desvaneció
no encuentro el camino a la resurrección
y mi angustia fría calienta sus manos en el fuego pasional
de ésta vieja historia irónica de amor.

Niña de ojos negros penetrantes
paralizas mis entrañas con un simple recuerdo
cuando tus labios y los míos a dúos cantaban
la inocencia de amantes que en los rayos de la luna bailaban.

Que más me queda ahora, y lo digo una vez más
que solo recordar con media sonrisa
los días y las noches de aventuras enaltecidas
de una dama y un plebeyo que solían soñar
que el amor existe y que no se diga más.

Ya no sé si volverás, sólo el tiempo lo dirá
a mi me toca una eternidad
en esta hamaca veraniega testigo del calor
de dos cuerpos formando un corazón.

Tienes que tener en cuenta, una vez más
que por siempre esperaré a la niña de voz tímida
y susurrante, con sonrisa que atormenta
por ser angelical.